En el mundo de la ingeniería de pavimentos, uno de los desafíos más comunes es lidiar con el agrietamiento en las capas asfálticas. Este agrietamiento, a menudo visto en forma de piel de cocodrilo, puede ocurrir por diversas razones y ha sido objeto de estudio en la literatura técnica. Las condiciones de tránsito, el gradiente térmico, la oxidación del asfalto, el exceso de humedad, los cambios volumétricos, los materiales y el alcance de los diseños son algunos de los factores que contribuyen a estos problemas.

Una solución efectiva para abordar este problema es reforzar las capas asfálticas con geomallas. Las geomallas para capas asfálticas desarrolladas por Geomatrix son estructuras planares fabricadas con políester de alta tenacidad y revestidas con un copolímero bituminoso, con aberturas regulares que les confieren propiedades mecánicas excepcionales. Su función principal al reforzar las capas asfálticas es reducir la concentración de esfuerzos y aportar resistencia a la carga cíclica en las sobrecapas asfálticas para controlar así el reflejo de los agrietamientos. Las estructuras así conformadas otorgan una mayor vida útil al pavimento al retrasar la aparición de grietas y prolongar la duración del asfalto.