Muros en suelo reforzado

Siempre que la topografía del terreno exija que se hagan rellenos para conformar áreas sobre las cuales se construyan vías, edificios, parqueaderos o cualquier tipo de infraestructura, es viable la implementación de muros en suelo reforzado con geosintéticos.

Sin embargo, para que las condiciones y la aplicación de esta tecnología sean las adecuadas, hay que seguir una serie de parámetros y análisis para su construcción:

Altura

Hay análisis determinados que avalan la construcción de muros en suelo reforzado a bajas alturas, en lugar de implementar soluciones tradicionales como los muros en concreto. De igual manera, en alturas superiores a 5 metros, esta tecnología se convierte en una opción más costo-eficiente. (Lee: Muros de contención en suelo reforzado vs. Muros de concreto).

Esto se debe a que es posible reutilizar, como relleno, el suelo proveniente de las excavaciones o cortes del mismo proyecto. Así, se genera una compensación y no es necesario el traslado de material a la zona. Si embargo, se debe realizar un análisis previo del suelo, para saber si cuenta con las características necesarias para reutilizarlo.

Tipos de suelos

En Colombia, Ecuador y diversas zonas del continente, hay diferentes tipos de suelos; muchos de ellos con contenidos importantes de arcillas o finos plásticos, en los que hay que realizar análisis rigurosos para la utilización de este tipo de materiales en la construcción de muros en suelo reforzado.

En la construcción de estas soluciones, se busca que el suelo no presente deformaciones en su vida útil. Las características de los materiales de los suelos que influyen en su deformación, son la gradación y la plasticidad. Otro aspecto fundamental, es la densidad óptima que se logra durante la compactación del suelo. A mejor material de suelo, menor deformación y mejor desempeño.

Gradación adecuada

Según las normas, se especifican que los suelos que se pueden usar son aquellos que tengan una gradación continua; es decir, que tengan un adecuado balance de cada una de sus fracciones, logrando un alto grado de compactación y alta resistencia al corte.

Plasticidad

El índice de plasticidad es importante, dado que determina la sensibilidad del suelo a los incrementos del contenido de humedad; por lo tanto, es un indicador de las deformaciones a largo plazo.

En general, se recomiendan valores de índice de plasticidad menores a seis (6). Si está por encima, se deben tomar medidas complementarias para controlar los incrementos en los contenidos de humedad y evitar deformaciones excesivas. En todo caso, es bueno hacer un estudio de suelos que determine las condiciones ideales para utilizar el suelo.

Cada uno de estos tres puntos que se mencionan, deben estar soportados por pruebas de laboratorio que confirmen la calidad y la buena especificación de los materiales. Si desea conocer tipos y aplicaciones de estructuras en suelo reforzado, en el siguiente documento podrá encontrar más información.