La erosión natural del suelo siempre ha sido un tema de preocupación mundial, sin embargo, las actividades humanas han agravado enormemente la situación. La erosión puede describirse como un fenómeno natural de remoción, arrastre, traslado y sedimentación de partículas de suelo.

La exposición de suelos en taludes de gran altura, con presencia de rocas meteorizadas, trae consigo el fenómeno de erosión y caída de detritus, ocasionados por la escorrentía, el viento, la fuerza de gravedad o el flujo de corrientes de agua, conllevando a la degradación de los ecosistemas, un mayor riesgo de deslizamiento e inundación, pérdidas considerables de biodiversidad, daños a las infraestructuras y en situaciones catastróficas, el desplazamiento de los habitantes locales.